Hubo tormenta política en la Maxorata este lunes como consecuencia de la publicación de la noticia de que la Fiscalía de Medio Ambiente anda investigando unas licencias concedidas en el pago de Tetir, Puerto del Rosario, en zona de cauce de barranco. El escándalo, que parecía de gloriosas dimensiones, empezará a desinflarse a partir de este mismo martes, cuando se conozca que las licencias fueron otorgadas con todos los informes técnicos y jurídicos favorables, y con un pleito con la Consejería de Política Territorial de por medio para arreglar ciertos desaguisados del Plan Insular majorero. Se desinflará el escándalo, que se quedará en escandalito, porque la actual corporación sólo concedió una de las licencias en litigio, con informes y, para colmo, al titular le ha abierto expediente por estarse pasando con el sobrado. El sobrado, para entendernos, no es en Fuerteventura el típico enterado de la caja del agua que va de eso, de sobrado, sino lo que se construye sobre la cubierta de la vivienda, que en el caso que nos ocupa se pasaba de edificabilidad. Veremos en qué acaba el affaire de Tetir, que suena a mamandurria, pero sólo suena.