Pero lo realmente sustancioso de la reunión de este lunes de Sestiba no va a estar tanto en los defectos formales de la convocatoria como en el calado de algunos de los asuntos previstos en el orden del día. Si todo sale como está previsto, podríamos asistir a una quiebra importante en las relaciones de dos grandes del sistema portuario canario, Germán Suárez y Javier Esquível, porque a petición del primero, Sánchez-Simón pretende aprobar una aportación de 150.000 euros, a cubrir por todos los socios de Sestiba, para repescar a la flota europea de pesca pelágica. Y nunca mejor empleada la redundancia. Es decir, que con las perritas de todos los socios de Sestiba se abone el regreso de los holandeses al frigorífico de Spanish Pelagic. Además, puede aprobarse este lunes una vieja aspiración de Sebastián Grisaleña, presidente de la patronal canaria, de reducir la multa que están pagando los comerciantes por cada tonelada de contenedores para contribuir a enjugar el déficit de Sestiba. Esto empieza a ponerse todavía mejor.