Hay que agradecer al delegado del Gobierno, José Segura, o a su asesor, Domingo Medina, que amenizaran la manifestación del pasado sábado contra la ampliación de Los Rodeos con la incorporación en cabeza de un grupo de imitadores de los hombres de Harrelson. Excesiva presencia policial completada con un helicóptero que sobrevoló la zona cuando se llegaba a Medina estaba contando los manifestantes, bastante más de dos o tres mil personas. El comportamiento cívico de los ciudadanos en defensa del suelo rústico contrastó con las provocaciones continuadas de algunos agentes policiales con aspecto de madelman, aunque de carne y hueso y con el mismo cerebro. Por no hablar del intento de del Gobierno de impedir que la manifestación se desarrollara por la carretera general para ocultarla a la vista de miles de personas. Cualquier tiempo pasado fue parecido.