No recordábamos nada igual desde el fenómeno Farruquito, cuando los familiares del bailaor se pusieron de acuerdo para gritarle al mundo que el artista, que había atropellado y matado con su coche a un paisano en un paso de peatones, sin carnet y sin prestar el deber de auxilio, era víctima de un linchamiento social por ser gitano. Oleeee. Ocurría en un juzgado andaluz y las imágenes dieron la vuelta a España. Este viernes se juntaron un puñado de familiares y amigos de Toñi Torres a las puertas de los juzgados de Telde para impedir que los fotógrafos y cámaras pudieran retratar la entrada de la jefa del PP de esa ciudad, detenida, como saben, por ejercer en demasía la solidaridad consigo misma y con su esposo de ella. Por cierto, en la claque estaba su ex marido, un puntal.