El Cabildo de Gran Canaria reclama del Gobierno de Canarias más inversiones en la isla, como andan, por cierto, haciendo lo mismo todas las islas en tiempos de tramitación de las cuentas autonómicas regionales, y aunque en su carta Bravo de Laguna cita asuntos en los que sale en realidad perdiendo como puede ser la financiación (legal) del Gran Canaria Arena de las que se han bajado del carro tanto el Gobierno canario como el central, o el cierre del grifo desde la Comunidad para eventos de tradición como el Festival de Ópera o el Rallye Islas Canarias, el pídele cuentas a Paulino por parte de Bravo parece demasiado forzado con el mensaje de alerta sobre lo que se avecina: “Mi deber como Presidente de Gran Canaria, de su Cabildo, es llamar tu atención de que todo esto, de no corregirse, llevará a esta isla a un desapego y desafección inequívocos de la autonomía y a plantearse una autonomía insular plena”, viene a advertir Bravo sobre los sentimientos que él cree se están expandiendo en Gran Canaria. La medida tiene más pinta de posicionamiento político para las próximas elecciones, de abonar el terreno a una estrategia de que solo el PP defiende los intereses de Gran Canaria en contra de los malos malones de CC y PSOE, que un diagnóstico de lo que sucede en la isla: “En tus manos está que con los medios y con la atención necesaria se evite este desapego hacia la Autonomía. Esto ha de ser con correcto equilibrio entre las islas, lo que impedirá la aparición en Gran Canaria de un insularismo insolidario, lo que, por cierto, es en esta isla donde menos ha florecido hasta ahora”, le dice Bravo a Paulino en una especie de espiral ridícula del tú más...