La filtración periodística, producto de que estamos en agosto y mientras el uno aprieta el otro es un bocazas, coincide con el momento en que los tres trabajadores que le quedan a la empresa están negociando la compra de la misma. Una empresa, por cierto, que pese a esa falta de rentabilidad y tal y cual, se sigue sustentando con 800.000 euros que aporta ITC desde 2002 por dos años prorrogables. Mientras todas estas cosas ocurren, el Gobierno de Canarias sigue sin tener, por ejemplo, una web de promoción turística, de la que debía ocuparse IT7, como así lo ha ofertado sin éxito. La empresa ahora en liquidación debía ocuparse, además, de unificar y garantizar la correcta gestión de contenidos y el diseño de sus webs actuales, así como de aquellas que el Gobierno precisara. Pero ya verán que ahora empezarán a aparecer concursos por la vía de urgencia para adjudicarlos a los más afortunados en las islas afortunadas y fuera de ellas.