Un poco de calma y de por favor. Primero, porque esperar de la Fiscalía General de la Comunidad Autónoma de Canarias algo distinto al trabajo cotidiano de ese órgano, es decir, pretender que actúe de oficio, suena a vacilón. Sólo recordamos un caso en que así fuera, las diligencias abiertas contra Carmelo Padrón por sus duras críticas al magistrado Fernando de Lorenzo. Y punto. Se archivaron, a pesar de los denodados esfuerzos del Ministerio Público de empurarlo del modo en que no se logró en el caso Guillén. Pero, en segundo lugar, hay que recordar que la acción judicial abierta por los editoriales xenófobos de El Día no tienen nada que ver con Gran Canaria, sino más bien con su rechazo indecente e intolerable al inmigrante. Y todavía queda algo de tela que cortar por algún rincón de la judicatura canaria. Silencio y a esperar, que hay órganos a los que no hay que atosigar mucho.