Salvo que se produzcan sorpresas, nos quedaremos con las ganas de ver desfilar por los tribunales a algunos respetables dirigentes empresariales, de esos que presumen de no haber hecho un chanchullo en su vida, explicando su participación en el caso Icfem. En las investigaciones de la Fiscalía destaca sobremanera el caso de una fundación creada por el presidente de una patronal que consiguió que le otorgaran fondos para la formación por los dos canales. Cuando tan digno dirigente empresarial se vio en la necesidad de justificar los cursos, descubrió aterrorizado que no tenía lo más importante, los alumnos. Menos mal que el hombre es listo, y presentó los mismos alumnos de la fundación para los cursos de la patronal y a la inversa. En algunos despachos estudian si este fraude está prescrito, porque de no ser así habría más escritos de imputaciones.