Ya saben ustedes que las nuevas corrientes plateadas que inundan determinadas esferas de decisión empresarial en la provincia de Las Palmas tratan de implantar nuevos estilos. Algunos muy loables, por supuesto, como aquel que lanzó el nuevo presidente de la Cámara de Comercio en relación con la transparencia y la textura que, según él, han de tener las paredes de esa corporación para que todo se vea. Luego, como saben, se han producido también algunas decisiones menos gratificantes, como la de fortalecer determinados órganos de la Confederación, erradicar el voto secreto, concentrar cargos estéticamente incompabibles, excluir sectores y personas, etcétera, etcétera. Pero si algo puede ser sello innegable de los nuevos tiempos empresariales es la apertura a la isla vecina y sin embargo hermana. No sólo en lo puramente formal, como debe ser, sino en lo extraordinario. Nos referimos a la manera de intimar en lo político con el vicepresidente del Gobierno, Adán Martín, hasta límites realmente extravagantes. No hemos podido confirmarlo del todo, pero tenemos noticia de que determinado y tradicional almuerzo de confraternización se va a celebrar por primera vez en la historia al otro lado del imponente brazo de mar que nos separa. Les mantendremos informados.