No tiene la misma cadencia dentro del PP la tramitación de todos los expedientes. Unos van meteóricos, a la velocidad del rayo, y otros se eternizan sin que nadie explique a las claras los motivos. Debe ser eso lo que le pasa al expediente de expulsión de Domingo González Arroyo, condenado e imputado un par de veces. Tanto va el cántaro a la fuente que el miércoles Rajoy dejó a Soria en pelota picada al decir que el marqués no va a poder presentarse a las elecciones. En el programa Parlamento, que se grabó el martes, un día antes de que Rajoy soltara la bomba, Soria volvió a situar el lío del marqués en esa entelequia que se llama Comité de Derechos y Garantías, que sólo se reúne para tratar los temas que han de eternizarse, a lo que parece. Pero rápido, lo que se dice rápido, ha estado Soria con la querella a Francisco Gordillo, el recaudador de su partido en Telde, según su propia confesión. Ha dicho MC Manolo que la querella se presentó en Madrid el mismo día que aparecieron publicadas sus declaraciones en El País. Es decir, ocho meses después de que se hubieran publicado en Canarias. Total, para el caso que a MC Manolo le hace Rajoy.