Guillermo Reyes es caza mayor. Se puede decir sin temor a exagerar lo más mínimo que es la pieza política más codiciada para cualquier investigador policial, judicial o periodístico que se precie. Porque resulta altamente llamativo que, habiendo estado donde todo se coció durante el cuatrienio negro de Telde, jamás apareciera en una conversación telefónica, en un documento urbanístico falsificado o en una libreta con el reparto de comisiones. Hasta que este jueves fue detenido por la Policía en relación con un caso que, aparentemente, es de rango menor, la operación Calero. De todas las versiones que hemos podido recoger de su detención, producida a primeras horas de la mañana cuando el concejal de AFV-Ciuca salía de su domicilio, hemos seleccionado para ustedes la que hizo la radio-web de su propiedad: Reyes había anunciado que este jueves acompañaría a trabajadores en paro a echar currículos en las empresas establecidas en el centro comercial Las Terrazas, pero, atención, “el concejal del Ayuntamiento de Telde no pudo acudir puesto que minutos antes había sido requerido para prestar declaración en las dependencias policiales de Las Palmas de Gran Canaria sobre supuestas irregularidades del empresario Félix Machín, lo que ha venido a denominarse caso Calero, que investiga el Juzgado Nº 1 de Telde”, decía textualmente el vocero del detenido. “Requerido para prestar declaración”, o sea, detenido.