Pero no todo es tan fácil como parece. Si ya se habla de más de 100 millones de euros, parece claro que hay que repensar el total de la Avenida Marítima, que no es precisamente el vial urbano soñado por una ciudad ambiciosa. Si se habla de 100 millones, no deben existir dudas de la viabilidad del proyecto. Si se habla de 100 millones, habrá de replantearse la Avenida Marítima en su totalidad porque, siendo parte del anillo de cierre insular, se interpone entre la ciudad y el mar de la peor de las maneras. Si se habla de 100 millones, tiene que haber más transparencia.