Volvemos sobre nuestros comentarios de hace algunos días porque, la verdad, nos quedamos con las ganas de una mayor incursión en las suculentas declaraciones del presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, José Miguel Suárez Gil, acerca del turismo todo incluido y sus bondades. Decía cerebro tan bien amueblado que esa moda era buena y que gracias a ella nunca habíamos estado tan bien como ahora. Sin embargo, un experto nos ha escrito para contarnos que los empresarios de alimentación del sur grancanario están que trinan al comprobar cómo supermercados abiertos cerca de algunos complejos turísticos han visto disminuir sus ventas hasta en un 75%. La explicación es lógica -dicen-: si tradicionalmente el grueso de las ventas se corresponde con vinos y licores, al ofrecerse éstos gratuitamente y sin medida en los hoteles, ¿quién va ahora a adquirirlos en los súper? Entonces, si el pequeño y mediano comercio de alimentación sufre las consecuencias de esta modalidad, ¿qué defensa de sus asociados está haciendo Lucas Santana, presidente de la Asociación de Detallistas de Alimentación y no se sabe cuántas cosas más de la Cámara de Comercio? Santana está donde está porque lo puso Suárez Gil al montar la mentada asociación, lo que nos lleva a pensar que le cambiarán el objeto social.