Efectivamente, el pasado día 17 publicó el Boletín Oficial de Canarias el convenio colectivo de Promotur para 2011 y los privilegios para sus trabajadores no pueden ser más inmorales en los tiempos que corren. Sobre todo porque la inmensa mayoría de las personas que forman parte de esa plantilla han accedido a ella a través de cualquier otro procedimiento ajeno a la oposición, cuando no a la imperativa cualidad de la capacidad y los méritos. Aún así y de espaldas a los criterios que priman entre el personal de la Comunidad Autónoma, los trabajadores de esta empresa dependiente de la Consejería de Turismo trabajarán 35 horas semanales frente a las 40 del resto de la autonomía; cobrarán cuatro pagas extraordinarias, frente a las dos establecidas en el resto; tendrán cuatro días más de vacaciones, cobrarán 150 euros por hijo, tendrán un premio de jubilación de entre dos y seis mensualidades, según el tiempo trabajado, y disfrutarán de un plus de viajes (además de las dietas) de entre 91,15 y 300,51 euros. A capricho del gerente, además, tendrán acceso a un plus de responsabilidad, a un plus de actividad y a un plus de productividad y cobrarán 363,42 euros en concepto de vacaciones. Una herencia más de doña Rita Martín. Y van tropecientas mil.