Interviú recuerda en su número de esta semana que el Gobierno de Coalición Canaria denunció a García “por dejar un agujero de más de 46 millones de euros”, del que fue absuelto por los tribunales, aunque “tuvo que devolver el dinero de la entidad que había usado para la boda de su hija y otros gastos privados que había cargado” a la Caja Insular. Cuando lo lea Rodrigo Rato le va a entrar una risa... Y cuando Esperanza Aguirre le confirme que el PSOE se opone a su nombramiento en Caja Madrid -donde ya ha logrado ubicar a Ángel Acebes- porque quiere “despolitizar” la caja madrileña, seguramente le reconvenga para que no abuse de las “amistades peligrosas” y de las fotografías en sus viajes al Archipiélago...