Las apreciaciones que Alejandro Díaz hace sobre José Manuel Soria podrían costarle la expulsión del partido, aunque él confía en que al final resplandezca la verdad y se haga justicia. De entrada, aseguró que todo lo que él sostiene está en un lindo informe que se encuentra en algún despacho de la sede central del PP en la madrileña calle de Génova, y que es consciente también de que una copia ya está en poder de Soria. No piensa dimitir ni irse por las buenas porque lo único que hace es ejercer la crítica política sobre su presidente regional, y parece que no lo prohíben los estatutos ni las normas de urbanidad que emanan del Comité de Derechos y Garantías. Nada sabemos del rumor que circula acerca de su cercanía personal hacia Juan Carlos Becerra, ni si esa cercanía tendrá traducción electoral en 2007.