Desde el año 2006 se venía publicando cada mes de enero una instrucción de retribuciones por la que la Dirección General de la Función Pública explicaba a los distintos centros directivos de la Comunidad Autónoma cómo elaborar las nóminas del año en cuestión. Con ocasión del Real Decreto de recorte del déficit público, Soria, en lugar de producir una modificación de la instrucción de retribuciones de este año, crea un big bang con el doble objetivo de boicotear el recorte estatal y poner en la entrepierna de Paulino Rivero una linda bomba de relojería a desactivar (si es que puede) en el corto plazo que dista desde este lunes por la tarde (cuando lo acordaron de este modo los secretarios generales técnicos) y el miércoles por la mañana, cuando se runa el consejo de gobierno. Porque Soria ha decidido que esta modificación de nóminas suba del rango de instrucción al de acuerdo de Gobierno, y no contento con la ocurrencia, va y remite a una modificación de la Ley de Presupuestos el ajuste que quede pendiente hasta alcanzar el 5% de descenso de la masa salarial, que es la instrucción del Real Decreto. Y es en esa modificación donde incluye la prometida rebaja del 15% de los salarios de esos sufridos altos cargos que padecemos.