Salvador Iglesias ha ocupado diversos puestos políticos en la Comunidad Autónoma: además de director general del Gabinete del presidente Martín, fue anteriormente secretario general de la Audiencia de Cuentas y director general de Relaciones con la Justicia, puesto en el que alcanzó fama de buen contratista de obras. Pero su popularidad le llegó en febrero de 2007 gracias a un auto del juez Alexis Reyes, instructor del caso Góndola, de presunta corrupción política y empresarial en el municipio de Mogán y otros aledaños. En ese auto, el juez enviaba al Tribunal Superior de Justicia de Canarias unas jugosas conversacones detectadas gracias a la intervención de los teléfonos del empresario Santiago Santana Cazorla. Además de Adán Martín y Domingo Berriel, en ellas aparecía Salvador Iglesias “tratando de influenciar [ante Adán Martín y Berriel] para que éstos sacaran adelante, lo antes posible, un proyecto o propuesta presentada por Santana Cazorla en la relación al número de camas turísticas, pues la legislatura está a punto de finalizar y el imputado quería que ese tema esté solucionado antes de que termine la misma”, según el referido auto judicial. En las conversaciones se detecta cómo Santana Cazorla llega a enviar un regalo (“ágape”) al entonces jefe del Gabinete del Presidente.