Las fuentes conocedoras de la operación de compra-venta de Elmasa se han reservado el precio que Canaragua se ha comprometido a pagar a la familia Del Castillo, pero aseguran que se trata de una inversión muy elevada en un municipio de alto riesgo por su sometimiento a los vaivenes políticos y a la proverbial ineptitud mostrada por los últimos dirigentes políticos que ha padecido y sigue padeciendo. Es muy probable que Suez consiga, con su economía de escala, empezar muy pronto a recuperar su inversión, pero tendrá difíciles otras cuestiones relacionadas con las instituciones, como la política tarifaria, siempre condicionada por el electoralismo y la visión municipal de cada momento. Pero ganarán los usuarios y probablemente el municipio por la conocida política de compensación cultural y social que ejecutan los franceses allí donde han desembarcado. Ya se habla incluso de la creación de una fundación cultural auspiciada por la multinacional.