Vaya, por dios. Los rotuladores de la censura los carga el demonio. Que se lo pregunten si no a los anteriores responsables de la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria, que se cargaron de la lista de posibles invitados al Festival de Cine nada menos que al oscarizado Javier Bardem. La representante de artistas que les proponía entre otros al actor recientemente elevado al olimpo de Holliwood, para colmo nacido en Las Palmas de Gran Canaria, no salía de su asombro. En pleno siglo XXI una gerente de una institución pública tachaba de una lista a un cómico “por ser rojo”. Al menos esa es la explicación que la representante recuerda que le dio la mencionada empleada. Por cierto, Pepa Luzardo sigue todavía quejándose amargamente de que el nuevo grupo de gobierno haya prescindido de los eficientes servicios de tan diligente profesional del rotulador y el tijeretazo.