Es hasta comprensible que estos cuatro años de represión mental desemboquen ahora en una auténtica diarrea de acusaciones veladas y directas. Cualquier cosa que ocurriera con el terrorismo, incluso que el asesinado fuera del PSOE, les iba a venir bien a los que han estado todo este tiempo traficando con un tema tan sensible. Hasta el académico Luis María Anson, experto en conspiraciones contra el socialismo (reconoció en su día haber participado en aquella en la que llegó a ponerse en entredicho incluso al Rey), ha derrapado en la materia. Un artículo publicado este viernes en El Mundo, antes del atentado, era claramente premonitorio. Se titulaba “Zapatero volverá a la negociación con ETA”, e incluía frases tan orientativas como la siguiente: “Hasta el momento de redactar estas líneas, dos días antes de las elecciones generales, parece confirmarse la sospecha del pacto bajo cuerda de Zapatero con ETA para que no se produjeran muertos tras el comunicado del 4 de junio que quebraba el alto al fuego. A ETA le conviene que el líder socialista gane las elecciones”. Sencillamente genial.