Hay que ver qué crueles fueron los dirigentes del PP con las fuerzas de la oposición. Lo publicábamos en su día, y parecía que era una pesadilla de la que jamás saldríamos. Pero sólo han pasado cuatro años y ahora todos los atropellos cometidos se les pueden volver en contra. Por ejemplo, al desembarcar en el Cabildo, Soria y los suyos se llevaron por delante las mínimas normas de convivencia democrática, recortaron atribuciones políticas a la oposición, rebajaron los sueldos a sus portavoces y consejeros, redujeron las aportaciones económicas a los grupos políticos, y pusieron en marcha un mecanismo de poder absolutamente dictactorial y opaco. Bastará con aplicarles durante una temporadita su misma medicina para que conozcan el alcance de su insensatez: un portavoz cobra 1.100 euros al mes, que viene a ser lo que se va a llevar Larry Álvarez en ese puesto, dando por hecho que Soria se conforme con su salario de parlamentario regional.