Si no tiene representante, le presentamos varias opciones: llamar a Fidel Ruiz a Telde para que lo ponga en contacto con Heredia, o llamar a Teresa Cruz al Pérez Galdós, para que lo incluya en la programación de música ligera sin subtítulos en castellano. Pero lo lleve quien lo lleve, estamos ante un artista que merece una oportunidad en el primer coliseo de la isla. Nos referimos a Larry Álvarez, que este domingo se destapó como un consagrado seguidor del malogrado Nino Bravo durante un mitin en la ciudad de Gáldar. El teclista amenizador del fin de fiesta atacó los acordes de Libre, y don Larry se tiró en plancha al micrófono. No entona mal, el hombre, engola un poco la voz, pero debe ser que a Nino Bravo hay que cantarlo así. Quizá cabría sugerirle un poco de finura en las últimas notas del estribillo, pero para un mitin en Gáldar, con Manolo Godoy aplaudiendo en primera fila, no está nada mal. Ah, además de cantar, Larry pinta muy bien, dicho sea sin retranca.