No está solo del todo el ex número dos del PP canario. O al menos no lo estuvo en las horas previas a tomar la decisión de abstenerse en la votación de los presupuestos del Cabildo de Gran Canaria para 2008. Larry Álvarez llevó el asunto a la consideración del grupo insular, que salvo una opinión contraria, decidió sumarse a esa postura que tan poco gustó a José Manuel Soria. Los consejeros del PP consideran que tenían que abstenerse porque se trata de unos presupuestos “continuistas”, con errores subsanables como el de la ausencia de partida concreta para la regeneración de la planta alojativa obsoleta, que se financiará mediante remanentes de tesorería. Pero, además, los jóvenes consejeros del PP, que han sido prácticamente abandonados a su suerte por el presidente y la cúpula del partido, coinciden con su portavoz en que ya va siendo hora de modificar hábitos insanos y cavernícolas.