Él no quería un acto especialmente pomposo, pero a poco que se corrió la voz, el patio de Casa África se llenaba este viernes de un nutrido grupo de personas, unas más representativas que otras, que quisieron estar cerca de Luis Padilla en el momento en que recibía la Encomienda de la Orden al Mérito Civil por sus servicios al Estado español. Para quien no lo conozca, que deben ser pocos, digamos que Luis Padilla es África, porque a África lleva dedicadas dos décadas de su vida en destinos y cargos de distinta índole. El Ministerio de Asuntos Exteriores lo ha valorado, como lo han valorado las instituciones canarias que forman parte de Casa África, de la que Padilla es secretario general, diligente funcionario al servicio de los intereses de España, de Canarias y de nuestro continente natural y vecino. Antes fue director general de Relaciones con África, cargo que creó y en el que creyó Adán Martín, el ausente más mencionado este viernes bajo el sol que iluminaba el patio central de Casa África.