La razón por la que este viernes salimos a la calle no es un secreto que queramos reservarnos. En tiempos de crisis como la que vivimos, la industria periodística lo está pasando también realmente mal. Cierran medios de comunicación, miles de periodistas españoles van al paro, y la precariedad laboral y empresarial pone en peligro aspectos muy importantes como la libertad de expresión y de información. A esa crisis, como venimos repitiendo desde hace tiempo, no es ajena nuestra empresa periodística, que se ha quedado sin accionistas desde hace tiempo. Para sustituirlos, los trabajadores nos estamos constituyendo estos días en empresa de economía social, de manera que seamos nosotros mismos quienes decidamos y dirijamos nuestro futuro. Sin accionistas y con una crisis publicitaria profundísima, hemos decidido ponernos abiertamente en manos de nuestros lectores, a los que pretendemos seguir ofreciendo lo que nos reclaman cada día: un periodismo libre e independiente que no dependa del capricho de las instituciones o de empresarios que defiendan intereses distintos a los puramente periodísticos. A cambio de ese servicio, nos proponemos iniciar la experiencia de cobrar por los contenidos exclusivos de nuestro periódico. Es la tendencia general en Internet de la que les mantendremos informados debidamente.