Finalmente José Manuel Soria ha elegido a Manuel Fernández para el puesto de secretario general del PP canario en un gesto que tendrá muchas consecuencias. De entrada, Ángel Llanos tendrá que poner sordina a sus desmedidas ambiciones y tragarse ese sapo después de haber presumido en distintos foros de que el líder le había prometido ese cargo para él. Fernández es un hombre de partido, muy de partido, y el máximo representante del mundo de la empresa en el PP, si es que hay alguien en ese partido de espaldas a esa clave. Al nuevo secretario general se le atribuyen muchas cualidades, entre otras ser miembro del comité nacional del PP, un puesto desde el que deberá intentar mejorar la imagen de Soria en Génova. Además, es conocedor de muchas debilidades de su presidente regional, no en vano fue durante más de treinta años consejero delegado del grupo Anfi, y mano derecha del fallecido empresario Björn Lyng. Tanto que hasta habla noruego a la perfección.