Dos candidatos tienen muy claro su deseo de presentarse, si bien con distintas posibilidades. Mario Rodríguez, médico y empresario de clínicas privadas (San Roque, entre otras), estaría encantado de ser el presidente de los empresarios, pero no quiere meterse en una carrera electoral si ha de competir contra otros pesos pesados. Manolo Ley, que siempre exigió ser candidato de consenso, jamás logró ese propósito, y mucho menos después de escoger a Suárez Gil como primer destinatario de sus peticiones. El líder plateado tiene en su mano votos muy importantes, pero nadie, salvo Ley, al que achacan ese error estratégico, quiere contar con él como apoyo principal.