Pero no solo se enreda en sus propias contradicciones el PP canario cuando exige los presupuestos que en 2011 pidió prorrogar. También mea contra el viento en asuntos como el de la educación. Este mismo viernes, sin ir más lejos, exigió en la comisión parlamentaria correspondiente que el Gobierno de Canarias invierta más en infraestructuras educativas, inversiones que se han ido literalmente a hacer puñetas. Lo malo es que las señorías populares en la Cámara regional se saltan que fue el Estado el que eliminó de los Presupuestos de 2012 los 40 millones de euros que tenía asignados Canarias cada año ?desde hace quince- para construir colegios. Si quitan la partida y recortan por todos lados, incluida la obligación de no contratar maestros, de no cubrir jubilaciones, de subir las matrículas universitarias, es imposible hacer gestión educativa de un modo decente. Por cierto, no hemos escuchado al PP alegrarse de que en el último año Canarias, pese al Estado, haya sido capaz de reducir en un par de puntos el abandono escolar. Que también hay malas noticias pese a la que está cayendo.