Antonio Garde ha estado siempre vinculado al mundo de la danza y el teatro. De hecho regresa a Madrid a la Subdirección General del Inaem que se ocupa de esa materia y de la que provenía, sólo que ahora ocupará el puesto de mayor rango. Por eso quizás haya sido la cancelación del Festival de Teatro y Danza de la ciudad una de las peores decisiones que ha tenido que asumir. Los drásticos recortes presupuestarios le aconsejaron no celebrar la edición de 2009 en lugar de confeccionar un programa de segunda categoría que, a su juicio, hiciera rebajar la calidad del festival muchos enteros. Hasta eso se lo han criticado duramente, como si todo hubiera sido plato de su gusto. Pero también ha tenido que dar tijeretazo a otros proyectos heredados que admiraba, como el Don Juan en Vegueta, que este año tampoco se celebrará en su cita anual de noviembre. Los miserables, encima, le han acusado de mantener contratos a sus amigos, los que trabajaban cuando gobernaba el PP y que con Garde han visto decaer sus proyectos y contratos.