Para entender mejor en qué consistió el pelotazo de la finca de San Rafael hay que situarse en dos momentos de la historia reciente de Gran Canaria: el segundo mandato de José Manuel Soria al frente de la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria y el gobierno del PP y de Ciuca en la ciudad de Telde entre 2003 y 2007. El segundo mandato de Soria (1999-2003) sirvió para que la ciudad asistiera atónita a la compra de la vieja fábrica tabaquera de La Favorita por casi tres veces el valor por el que vendía en el mercado. Para ese tremendo pelotazo, el Ayuntamiento esperó a que el empresario Santiago Santana Cazorla comprara por 5 millones de euros y vendiera acto seguido a la corporación por 12, previo préstamo que aún se está pagando al Banco Crédito Europeo. Aquel fabuloso episodio temporal contó incluso con un enigmático viaje a Suiza del concejal mano derecha de Soria, Francisco Fernández Roca, que fue y vino de Zurich en horas 24. La nave es inservible. Pocos años después, en 2004, con un gobierno municipal plagado de corruptos y presuntos corruptos, la ciudad de Telde vuelve a contar con el mismo empresario para repetir operación. La familia Benjumea ofrece al Ayuntamiento la finca de San Rafael, con su casa solariega, por dos millones y medio de euros. El Ayuntamiento declina amablemente el ofrecimiento y espera amistosamente a que se haga con la propiedad el mismo empresario que actuó en La Favorita. Santiago Santana Cazorla compra la finca por ese importe, 2,5 millones, y la vende a la institución menos de dos meses después por más de 6,3 millones mediante la fórmula de la permuta.