Tres veces, tres, negó Francisco Álvarez Cascos a este descerebrada alcaldesa los dineros del Ministerio de Fomento para acabar el teatro Pérez Galdós. No le dio la gana al ministro de Aznar y Luzardo se lo tuvo que comer con papas. Es a Cascos, del PP, el partido de la alcaldesa, a quien básicamente se le deben varios años de retraso en la reapertura del Galdós, y tuvo que ser un Gobierno socialista quien desbloqueara al problema. Entre los ministerios de Magdalena Álvarez y el de Cultura se han aportado a las obras más de diez millones de euros, una acción política que no hubiera sido preciso recordar estos días si no fuera por la torpeza y la tozudez de una alcaldesa incapaz de dar a cada institución el rango que se merece. Ella, como alcaldesa impulsó la reapertura del teatro, eso es innegable. Pero ella, como alcaldesa, ha patinado miserablemente utilizándolo como algo partidista.