El Carnaval más madrugador de todos los tiempos ya abarrota sus actos públicos de una manera impresionante. Este sábado, en el parque de Santa Catalina, el concejal de la cosa, Roque Díaz, se esmeraba con los responsables de seguridad pidiéndoles que no permitieran que entrara más público porque allí no cabía nadie más. Pero les insistía en que lo comunicaran “con buen rollito, por favor, traten bien a la gente”, que era un problema de aforo, que ya había 4.000 y aquello no daba para más. En el escenario ganaban Los Serenquenquenes y los políticos, incluido Roque Díaz, volvían a ser los principales protagonistas de sus letras.