A muchos habrá extrañado la presencia del poeta Leopoldo María Panero, residente del Hosital Psiquiátrico y transeunte de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en nuestras páginas de opinión, pero el motivo es relevante: acaba de sacar a la luz Gólem, su último libro de poemas, con la editorial peninsular Igitur de Rosa Lentini y Ricardo Cano Gaviria, estremecedor testimonio escrito en Las Palmas y donde cuatro de sus poemas están realizados “a cuatro manos” con el poeta canario Sebensuí Álvarez Sánchez: “Yo voy guiado por una mano blanca que escribe y que es la mano de Sebensuí”. Títulos como Cabellera de Berenice, Ojo de Picasso o Aparición reivindican su habitual escritura al límite de todos los convencionalismos posibles y al borde de una lucidez extrema. No se lo pierdan.