¿Se acuerdan de aquella querella anunciada urbi et orbi por el Zorro Plateado contra su esposa, la abogada Josefina Navarrete, por los supuestos delitos de extorsión? Nos referimos a aquella en la que el empresario venía a acusarla de haber avisado a personas de su entorno de que media Las Palmas se iba a enterar de lo que habían hecho el último verano. O algo así, y ustedes perdonen nuestra flaca memoria. Pues bien, la querella fue presentada el 17 de febrero pasado y cayó en Instrucción 3, cuyo titular, Tomás Martín, ha requerido al querellante, José Miguel Suárez Gil, para que acuda a ratificarse bajo apercibimiento de archivo. El letrado del Zorro, Eduardo López, ha presentado un escrito pidiendo al juez que por favor, por favorito, le otorgue un plazo de treinta días para tal ratificación, porque con las prisas alguien se olvidó de un trámite protocolario y no obligatorio, pero comúnmente aceptado, de comunicar al decano del Colegio de Abogados que uno de sus colegiados iba a proceder en una querella contra otro compañero, en este caso compañera. Es una pena este retraso porque se han enfriado determinadas ansias mediáticas, incluso las nuestras, aunque seguimos deseando que esa querella camine para ver hasta dónde llegan las irregularidades con que la letrada Navarrete ha prevenido al entorno plateado.