Pero hay más argumentos que operan en contra de esta delirante perreta. El más sólido, o al menos así nos lo parece a nosotros, es la presencia en el desmonte de la operación de Las Teresitas del denunciante de la operación, allá por 2005, el actual concejal de Urbanismo José Ángel Martín, moral, política y éticamente más legitimado que todos los Corrales y todos los Campos que se quieran poner por delante para defender el interés general en esta operación y reclamar la reposición de la legalidad en todas sus facetas. ¿O habrá que recordar que fue el PSOE el que llevó a pleno la exigencia de la devolución del dinero? Corrales no puede ponerse ahora del lado de la lucha contra la corrupción sin cumplir con los debidos trámites de confesión, contrición y penitencia. Sí, señoras y señores, el concejal Corrales se puso de lado y mirando para Orchilla cuando tocaba denunciar el caso Las Teresitas, y él estaba en la primera línea de fuego, militando activamente en el PSOE de Santa Cruz de Tenerife cuando estalló esta crisis. Recordemos someramente: tras descubrirse el apaño y ordenarse por parte de Santiago Pérez, entonces secretario general insular, que los concejales se abstuvieran (votaron a favor finalmente) se abrió un cisma en la Agrupación Local que acabó en una asamblea que se saldó con la elección de Florentino Guzmán como secretario general, derrotando por escasos votos a ?mira tú qué cosas- a José Ángel Martín, actual concejal de Urbanismo. Corrales apoyaba a Tino Guzmán y luego apoyó activamente a Miguel Rodríguez Fraga en el congreso insular que acabó con la salida de Santiago Pérez y su equipo en 2004. Conviene recordar, llegados a este punto, que en 2006 el señor Guzmán, apadrinado de Corrales, emitió a través de los servicios de prensa de Zerolo un sentido comunicado de respaldo al convenio de Las Teresitas, lo que evidenciaba en qué bando jugaban algunos y los que les apoyaban. Si tanto lucha contra la corrupción y por la legalidad vigente en torno a Las Teresitas, ¿por qué Corrales no firmó la denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción por aquellas calendas? Sencillamente porque la oficialidad del PSOE, en la que se acomodó calentito el inquieto concejal de no se sabe muy bien qué partido, no quiso saber nada de aquella denuncia, lo que obligó a los derrotados en aquella asamblea y en aquel congreso a constituir Ínsula Viable, el colectivo que asumió la acción ante la justicia. Dice el popular adagio que “hay tres cosas en la vida que no pueden volver atrás: la flecha lanzada, la palabra dada y la oportunidad perdida”. Corrales perdió lanzó su flecha, comprometió su palabra y perdió su oportunidad. Ahora va ser un poco tarde para recuperarlo todo en un suspiro.