La diputada socialista Paquita Luengo, a la que Soria pretende endosar la responsabilidad del escándalo por haber sido secretaria general técnica de Industria en los tiempos en que se intentó caducar a Bittini la concesión minera que tenía en la montaña de Tebeto, se ha especializado en el asunto. Es experta en Derecho Administrativo y en el análisis de todos los vericuetos por los que en una Administración como la canaria sortean (o se estancan) todos los expedientes. El de Tebeto huele que apesta, especialmente desde que lo tocó el hermano de Soria, Luis Soria, consejero entre 2003 y mayo de 2005. Luengo anuncia rueda de prensa próximamente en la mismísima montaña objeto del litigio, y amenaza con más artillería pesada tendente a demostrar sus sospechas de que la Consejería de Industria no hizo nada en absoluto por evitar el descalabro que esto va a suponer para las arcas públicas. Por poner sólo un primer ejemplo, sirva para alimentar esas sospechas que no conste en el Instituto Geominero de España el preceptivo proyecto de restauración de la cantera que en el momento oportuno debió presentar el afortunado empresario. Dice el expediente soriano que se presentó pero que nadie contestó desde Madrid. Y aplicaron en favor del ciudadano Bittini el silencio administrativo.