Tiene su gracia, a veces, eso de aprovechar que el fuego pasó por aquí para pedirle a Zapatero que nos deje más inmigrantes trabajando en Canarias, porque inmigrante es todo aquel que se mueve de un espacio a otro, da igual el espacio de procedencia. Entendemos. Son las contradicciones de don Paulino, que de paso ha reclamado que haya más helicópteros del Estado en las islas, para que no tarden en venir cuando se les necesite. Pedir tantas cosas como un poseso tiene el riesgo de que nos den más de lo que pretendemos, como un helicóptero de la Dirección General de Tráfico, departamento que acaba de anunciar que va a poner en marcha un dispositivo de radar desde el aire, a 300 metros de altura, y con una precisión que hará dificilmente recurribles las multas. El MX-15, como se llama el artefacto, está siendo probado en la Península, así que rogamos al presidente que se deje de pedir tanto.