No gustó nada a Paulino Rivero que en su triunfal visita de esta semana a la isla de Lanzarote un periodista le preguntara, de modo inesperado, cómo valoraba las afirmaciones del presidente de las juventudes de Coalición Canaria calificando de “referente político” al capo di capi, Dimas Martín. Rivero despejó a córner como pudo porque no se podía creer que el tal Echedey Angulo pudiera haber dicho lo que dijo en Punto Radio: que el líder natural y vecino del PIL podía tener sus defectos, pero que nadie podía negarle que es “un referente político” en la isla de Lanzarote. Y lo repitió en varias ocasiones para que quedara claro y, de paso, respaldar valoraciones en igual sentido del presidente insular de CC, el inefable Suso Machín, emparentado con la operación Unión por la parte que le toca. Rivero esperó a tener un ratito para telefonear a Echedey y decirle que esas cosas no se dicen, y menos ahora que todo el mundo sabe que esos defectillos achacables a Dimas son de tal calibre que amenazan con dejarlo muchos años más a la sombra.