Las palabras de Paulino Rivero el sábado 22 de agosto no dejaban lugar a dudas: “El próximo jueves, cuando comparezca, con mucho gusto voy a hablar de ésas y otras cuestiones que sean de interés para ustedes”. La frase fue pronunciada por el presidente ante un nutrido grupo de periodistas que asistían a su rueda de prensa posterior a la reunión que sostuvo con José Luis Rodríguez Zapatero, y en respuesta a una pregunta acerca de la boutade de su vicepresidente, José Manuel Soria, sobre la “ilegalidad” de la intervención telefónica en la que se escuchó a Rivero pedir un enchufillo para su sobrina en Arona. Pues bien, llegó el ansiado jueves, día 27, cinco días después, y la respuesta del presidente canario fue en la dirección de incumplir su compromiso y de ganar un mes más. Ahora dice que responderá a la cuestión en el Parlamento de Canarias, donde su grupo y el PP negaron su comparecencia en la Diputación Permanente de la Cámara.