Anda muy cabreado todavía Paulino Rivero con el PSOE y con el presidente Zapatero, que no le recibe a pesar de haberle pedido cita desde el 7 de septiembre. Rivero ha dicho que ahora quiere retomar el diálogo con la primera fuerza política de Canarias y de España, pero ignoramos en estos momentos el éxito que van a tener sus pretensiones. De momento nos quedamos con los gestos del presidente, que este martes le hizo un feo de considerables dimensiones al delegado del Gobierno en las islas, Salvador García Llanos. Ocurrió en el acto solemne del 216 aniversario de la institución académica. Su rector, Eduardo Domenech, saludó protocolariamente a los presentes sin saltarse al presidente, al delegado y al presidente de la Asociación de Amigos de la Universidad de La Laguna. Pero cuando tocó el turno de Paulino, la cosa fue hasta desagradable.