José Manuel Arnáiz ya sabe que lo que se avecina no es guerra chica sino la batalla del Puerto, y que ocupará varias páginas, sin foto, en los anales de la historia. Puertos del Estado viene estudiando abundantes expedientes que se deben anular por falta de rigor jurídico. El recurso de la cantera de Roque Ceniciento no está en Puertos del Estado, y la mesa de contratación es nula por defecto de representación. Muchas obras están mal financiadas por una Autoridad Portuaria que no ha visto aprobado su Plan de Negocio. Arnáiz saca la cantera como una acción llamada a fortalecer a algunos empresarios. Imprudente, es lo que es este hombre de Mauricio y de Soria, que no de la alcaldesa. Pepa Luzardo se ha desmarcado votando casi sistemáticamente en su contra, de Arnáiz, en los últimos Consejos de la Autoridad. Esta alcaldesa huele cosas, como por ejemplo, que la gran batalla del puerto va a empezar. Para su presidencia, si cae del lado socialista, las bases quieren a Mayoral, pero el ungido por José Miguel Pérez es, adivinen... Augusto Brito. No parece que sean ideales, pero mejor que Arnáiz sí que lo son.