Para adquirir esa propiedad en la calle El Greco, de Tafira, Soria llegó a un acuerdo con la propietaria: le entregaría su casa en la calle Goya y completaría la operación, hasta los 700.000 euros en que estaba fijado el precio de venta de la propiedad, con unas entregas cuyos importes y métodos desconocemos. Lo que sí sabemos es que la operación no se cerró en ningún notario de Las Palmas de Gran Canaria, donde tienen fijada su residencia comprador y vendedor, sino en una notaría de Madrid. Los expertos no comprenden esa excentricidad salvo que las partes o una de las partes prefiriera evitar cualquier tipo de filtración en territorios de ultramar. Entre que se cerró esa operación, en la primavera de 2004, y se terminó la mansión de la calle El Greco, dos años después, Soria tuvo que acudir al régimen de precarista, como ya hemos publicado.