El segundo episodio, igualmente inquietante y revelador de los escasos escrúpulos que adornan a este individuo se produjo unos pocos meses después, también en 2009. Por entonces la Consejería de Industria del Gobierno de Canarias elaboraba una nueva Relación de Puestos de Trabajo, algo que interesaba muy especialmente a Juan Pedro Sánchez dada su condición de jefe de la Sección de Instalaciones Eléctricas de aquel departamento, con nivel retributivo 24. La nueva RPT modificaba su plaza designándola “de Autorizaciones 1” y dotándola de un nivel retributivo 26 y unos atractivos e influyentes contenidos: “tramitación de plantas desaladoras y depuradoras”. La RPT fue aprobada y, tras las elecciones de mayo de 2011, cuando cesó en su cargo el señor Sánchez, oficialmente tomó posesión de ella con sus nuevas competencias y su salario mejorado. Pero su nuevo destino político es el de consejero en el Cabildo de El Hierro, y todo hacía pensar que en el grupo de gobierno, como mano derecha de la presidenta, Belén Allende, de su mismo partido, AHI. Pero una moción de censura truncó sus planes y activó un procedimiento en Función Pública que es el que pone remate a esta situación tan deplorable.