La táctica electoralista del PP es tan ilegal como predecible. Saben en su comité de campaña que la Junta Electoral va a tumbarle algunas de sus acciones, pero saben también que mientras eso ocurre, consiguen notoriedad y el efecto de confusión y de desgaste que se persigue. Es una constante en González Pons, que un día ofende a media España y al siguiente pide disculpas con la boca chica. O es el caso de esa concejala que en su muro de Facebook publicó una foto trucada de Carmen Chacón y, tras el escándalo, pidió disculpas y la retiró. En Las Palmas de Gran Canaria ya se pueden ver algunas vallas publicitarias sin firmar en las que aparecen fotografías de Ana Oramas (CC) y de Zapatero bajo la leyenda “Usted puede mirar a los ojos de los españoles?” en alusión a aquel famoso pasaje del discurso de despedida que la diputada nacionalista dedicó al presidente del Gobierno. Con análogo contenido se están emitiendo cuñas de radio que, por imposición de las emisoras, sí llevan la firma del PP, lo que nos lleva a concluir, sin mucho estrujamiento de la neurona, que el autor es el mismo. Se repite la misma gamberrada que el 22 de mayo en una triste demostración de que algunos ni tienen imaginación ni saben ganar. Las trampas son trampas, y los que hacen trampas son unos tramposos.