Pero antes de que Pepa y Pepe cayeran en desgracia en el otrora periódico del régimen, ya lo había hecho Juan José Cardona. Y el asunto era tan pedestre como el de una campaña de publicidad, otra campaña de publicidad. Efectivamente, la decisión del Patronato de Turismo de Gran Canaria, que preside Cardona, de hacer una campaña de promoción de la isla en mercados europeos para potenciarla como destino de golf, irritó a la dirección del diario porque no había dinero para su suplemento de ese deporte. Mandaron un mensaje a Cardona en una sección de vendetta, y a los pocos días vaciaron el cargador contra él para colocarlo en situación y para que aprenda que con las cosas de comer no se juega. Por eso y por muchas cosas más es hipócrita que Canarias7 se considere víctima de un boicot o de un atentado contra la libertad de expresión. Lo que realmente ha ocurrido es que se ha encontrado con la horma de su propio zapato.