La ciudad de Telde empezó este viernes de otra manera. Tras un expediente administrativo que se ha alargado durante más de dos años, el Ayuntamiento de Telde ejecutó a las 09.30 el precinto a las dependencias de Radio Aventura, una emisora especializada en el insulto, la injuria, la calumnia y la mentira. Dirigida por Carmelo Martín, un técnico de sonido metido a periodista, todo el mundo en Telde da por hecho que la emisora está sustentada con los dineros de Guillermo Reyes, el que fuera concejal de Urbanismo de la ciudad en aquel oscuro y desastroso pacto entre el PP y AFV-Ciuca. Carmelo Martín, con condenas penales firmes por varias causas no siempre relacionadas con la libertad de expresión, invocó este viernes ese derecho constitucional para quejarse de la decisión municipal que tiene su origen en el hecho incontestable de que la radio no disponía de licencia de apertura y su legalización es imposible: se encuentra en un edificio residencial que no reune las condiciones que exige la ley.