Hay que exprimir mucho los plenos del Cabildo de Soria, provincia de Las Palmas, para encontrar algún atisbo de democracia y de noticia. Por eso, cualquier rifi-rafe se convierte en asunto periodístico de primer nivel, lejos ya de esperar que esa institución se dedique a resolver los problemas de los grancanarios, que es para lo que está. Así las cosas, la nota más destacada de la sesión fue el corte que el presidente de la Corporación propinó al portavoz nacionalista, Carmelo Ramírez, cuando éste empezaba a deshacerse en elogios hacia Juan José Cardona, líder de la teología de la Liberación. Por culpa de ese corte nos quedamos sin escuchar lo que realmente pretendía decir Ramírez: que Cardona y su talante se hagan cargo de la consejería de Salud Gil, la de Asuntos Sociales, una consejera que este jueves perdió el oremus con la oposición. ¿Unas vacaciones, quizás?