Empiezan a aparecer los primeros documentos que confirman las afirmaciones del portavoz del PSOE, Santiago Pérez, sobre la amnistía encubierta celebrada en la Consejería de Industria, Comercio y Consumo en favor de empresas sancionadas por asuntos relacionados con infracciones de Consumo. Esos primeros documentos, que amenazan con no ser los últimos, apuntan a que ha habido cierta blandenguería, por llamarlo de algún modo, durante la etapa de Luis Soria al frente del departamento, concretamente en el año entero que estuvo en el despacho de al lado del baño con bidé, es decir, 2004. Podemos considerar ese año como uno de los más horribles de la Comunidad Autónoma, porque fue en 2004 cuando Luis Soria hizo todos los tejemanejes del asunto eólico, con su viaje a Magdeburgo con los Esquivel y aquel apestoso concurso eólico. Fue también el año en que firmó en favor de Bittini la concesión en Tebeto que luego dio lugar a la reclamación más escandalosa y onerosa que se recuerda en la autonomía. Y ahora sabemos que fue el año de la amnistía encubierta a los infractores en materia de consumo.