José Miguel Suárez Gil es amigo de sus amigos, y presume con razón de ellos. En esa privilegiada nómina se encuentra el empresario Ángel Luis Tadeo, al que el otro día se le pudo ver en el famoso asadero masónico de a diez euros por barba organizado en el chalet plateado de Tafira. Tadeo no es masón, lo que significa que el convite de abrió al máximo para dar cabida al mayor número de representantes de la sociedad, incluido algún alto magistrado. Y como es amigo de Tadeo, Suárez Gil no faltó a la cita -que se va a convertir cada año en imprescindible- del pasado día 24 en el nuevo edificio Dunas Triana. Y para que se notara su presencia, ya de por sí poco discreta, nuestro Z se hizo acompañar de fotógrafo propio que fuera inmortalizando esos momentos gloriosos que él quiere conservar para la posteridad por si algún día alguno dice que a él no lo conocen de nada. Repartió abrazos, lucío roja corbata y lo inmortalizó todo.